By Maria Bello

Photos Dr. Martin Aróstegui and Pat Ford

The swordfish, “Xiphias gladius” as the only member of the family Xiphiidae, can be distinguished from other billfishes (Family Istiophoridae) by the shape of its prolonged «bill», which appears as a flattened oval in cross section. The bill is long relative to other billfishes and adults lack teeth in the jaws. While the young have scales, these are lost by the time the fish attain a body length of about 3 feet (1 m). Adults lack scales and teeth. The body is generally cylindrical. Two dorsal fins are present, although the second is quite small, separated from the first, and set far back on the body. The first dorsal fin is high and rigid. Likewise, there are two anal fins, although again the second is considerably smaller than the first. Pelvic fins are absent. The caudal fin is lunate, while the caudal peduncle has a pronounced keel on either side. The lateral line is also present in specimens up to 3 feet (1 m) in body length, but it too is lacking in adulthood. Prior to adulthood, swordfish morphology changes greatly, as described below. The color is blackish-brown above, fading to a lighter shade below. The fins are brown or dark brown.

The Swordfish reach a maximum size of 177 in. (455 cm) total length and a maximum weight of 1,400 lbs. (650 kg), although the individuals commercially taken are usually 47 to 75 in. (120-190 cm) long in the Pacific. Females are larger than males of the same age, and nearly all specimens over 300 lbs. (140 kg) are female. Pacific swordfish grow to be the largest, while western Atlantic adults grow to 700 lbs. (320 kg) and Mediterranean adults are rarely over 500 lbs. (230 kg). The IGFA all tackle record is 1182 lb. (536.15 kg).

Swordfish have been observed spawning in the Atlantic Ocean, in water less than 250 ft. (75 m) deep. Estimates vary considerably, but females may carry from 1 million to 29 million eggs in their gonads. Solitary males and females appear to pair up during the spawning season. Spawning occurs year-round in the Caribbean Sea, Gulf of Mexico, the Florida coast and other warm equatorial waters, while it occurs in the spring and summer in cooler regions

People have hunted swordfish throughout history using harpoons and conventional fishing lines, Swordfish caught this way are typically large, sexually mature individuals. At the end of the last century the Swordfish fisheries became very active in tropical and temperate waters worldwide using long line gears. Unlike the harpoon and sport fisheries, the long line fishery is very efficient at catching swordfish of all ages including juveniles being a great threat to the specie. With the development of commercial long line fisheries in the 1960s, the fishing pressure increased to unprecedented levels. Only In the United States in 1995, there were more than 1,900 active swordfish vessels.

In 1995, the Atlantic swordfish industry caught 36,645 tons, or 41 percent of the world total catch of swordfish much higher than the population could sustain.»

In 1999, ” The International Commission for the Conservation of Atlantic Tunas”(ICCAT) an inter-governmental fishery organization responsible for the conservation of tunas and tuna-like species in the Atlantic Ocean and its adjacent seas .estimated that swordfish numbers had dropped to one-third of the size the population would have been without fishing.

In response to the dire situation and continued pressure from environmental groups and the United States delegation, ICCAT introduced a 10-year recovery plan to rebuild North Atlantic swordfish stocks.

The US government took measures to protect juvenile north Atlantic swordfish stocks by closing swordfish nursery areas to fishing and in August 2000, the United States closed an additional 132,670 square miles (343,610 square kilometers) of Atlantic swordfish nursery waters to long line fishing and reduced landings of North Atlantic swordfish and closed certain fishing grounds to protect undersized swordfish and allow the population to grow and rebuild. The swordfish populations were them on the road to recovery, with the help of many environmental groups to maintain vigilance and continue to lobby ICCAT to keep fishing quotas low enough to ensure the recovery is sustained.

A new stock assessment conducted in September 2013 by the scientific committee of the International Commission for the Conservation of Atlantic Tunas (ICCAT) concluded that the stock of North Atlantic swordfish, a species caught by U.S. fishermen, remains rebuilt at a sustainable population level. The assessment reaffirms that the goal of the Commission’s rebuilding program, set in 1999, was achieved and that the stock has continued to grow. The assessment also predicts that current levels of catch are likely to maintain the North Atlantic swordfish in a rebuilt condition into the future.

Has the North Atlantic swordfish really rebounded?  The answer is absolutely yes”. This stock is fully rebuilt, and consumers can rest assured that when they buy North Atlantic swordfish harvested by U.S. vessels, they are supporting one of the most environmentally responsible pelagic longline fisheries in the world.

El pez espada: una población reconstruida

Por Maria Bello

Fotos Dr. Martin Aróstegui y Pat Ford

El pez espada, «Xiphias gladius» es el único miembro de la familia Xiphiidae, se puede distinguir muy facilmente de otros peces de pico (Family Istiophoridae) por la forma de su «pico» prolongado, parecido a un óvalo aplanado en sección transversal. El pico es más largo si se compara  con otros peces picudos, además de carecer de dientes en las mandíbulas. Mientras que los especímenes jóvenes presentan escamas, las van perdiendo y al momento de alcanzar una longitud de cuerpo de aproximadamente 3 pies (1 m) carecen de escamas al igual que de dientes. El cuerpo es generalmente cilíndrico, mostrando dos aletas dorsales, siendo la segunda bastante pequeña y estando notoriamente separada de la primera hacia la parte posterior del cuerpo. La primera aleta dorsal es alta y rígida. Del mismo modo, tienen dos aletas anales, aunque de nuevo la segunda es considerablemente más pequeño que la primera. Las aletas pélvicas están ausentes. La aleta caudal es alunada, mientras que el pedúnculo caudal tiene una quilla pronunciada a cada lado. La línea lateral también está presente en especímenes de hasta 3 pies (1 m) de longitud corporal, pero también desaparece en la adultez. Es un pez que se caracteriza por grandes cambios morfológicos a través de su desarrollo. Su coloración cambia, pasando de una coloración negro-marrón en la parte superior que va desvaneciéndose a un tono más claro en la parte inferior. Las aletas son marrones o marrón oscuro.

 El pez espada alcanza un tamaño máximo de 177 pulgadas (455 cm) de longitud total y un peso máximo de 1.400 libras. (650 kg), aunque los ejemplares tomados comercialmente suelen tener de 47 a 75 pulgadas (120-190 cm) de largo en el Pacífico. Las hembras son más grandes que los machos de la misma edad, y casi todos los ejemplares alcanzan las 300 libras. (140 kg) son mujeres. El pez espada del Pacífico crece hasta ser el más grande, mientras que los adultos del Atlántico occidental crecen a 700 libras. (320 kg) y los adultos mediterráneos rara vez son más de 500 libras. (230 kg). El récord IGFA es de 1182 libras (536,15 kg).

Se ha observado que el pez espada desova en el Océano Atlántico, en aguas de menos de 250 pies (75 m) de profundidad. Los estimados de fertilidad varían considerablemente, habiéndose reportado que las hembras pueden llevar de 1 millón a 29 millones de huevos en sus gónadas. Son animales solitarios que se aparean durante la temporada de desove. El desove ocurre durante todo el año en el Mar Caribe, el Golfo de México, la costa de Florida y otras aguas cálidas ecuatoriales, mientras que ocurre en primavera y verano en regiones más frías

Históricamente las pesquerías de pez espada se realizaban con arpones o pesca a vara convencional, los peces espadas capturados de esta manera suelen ser individuos grandes y sexualmente maduros, pero a finales del siglo pasado las pesquerías de pez espada se hicieron muy activas en aguas tropicales y templadas en todo el mundo con el uso de los palangres. A diferencia del arpón y la pesca deportiva, la pesquería de palangre es muy eficiente en la captura de pez espada de todas las edades, incluyendo los juveniles lo que representa una gran amenaza para la especie. Con el desarrollo de las pesquerías comerciales de palangre en los años sesenta, la presión pesquera aumentó a niveles sin precedentes. Sólo en los Estados Unidos en 1995, había más de 1.900 embarcaciones activas de pez espada.

En 1995, la industria del pez espada del Atlántico capturó 36.645 toneladas, o sea el 41 por ciento de la captura total mundial del pez espada, niveles mucho más alta de lo que la población podría sostener”.

En 1999, la Comisión Internacional para la Conservación de los Atunes Atlánticos (ICCAT), una organización intergubernamental de pesca responsable de la conservación de los atunes y especies afines en el Océano Atlántico y sus mares adyacentes estimo que la población había sido disminuida a un tercio de su tamaño. En respuesta a la terrible situación y la continua presión de los grupos ambientalistas y la delegación de Estados Unidos, ICCAT presentó un plan de recuperación de 10 años para reconstruir las poblaciones de pez Espada del Atlántico Norte. El gobierno de los Estados Unidos adoptó medidas para proteger las poblaciones juveniles de peces espada del Atlántico Norte cerrando las zonas de cría de pez espada a la pesca y en agosto del 2000 los Estados Unidos cerraron otros 343.610 kilómetros cuadrados en el Atlántico Norte, así como otras ares de cría para proteger el Pez espada de ser pescado sin el tamaño insuficiente que garantizara dejar su descendencia y permitir que la población crezca y reconstruya

Las poblaciones de pez espada comenzaron entonces un  camino hacia su recuperación, con la ayuda de muchos grupos ambientalistas para mantener la vigilancia y continuar presionando a ICCAT para mantener las cuotas de pesca lo suficientemente bajas para garantizar una recuperación segura.

Una nueva evaluación de las poblaciones realizada en septiembre del 2013 por el Comité Científico de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) concluyó que el stock de pez espada del Atlántico Norte, una especie importante en las capturas de pescadores estadounidenses, sigue siendo reconstruido a un nivel de población sostenible. La evaluación reafirma que se alcanzó el objetivo del programa de reconstrucción de la Comisión, fijado en 1999, y que la población ha seguido creciendo. La evaluación también predice que los actuales niveles de captura probablemente mantendrán al pez espada del Atlántico Norte en niveles de sustentabilidad en el futuro.

¿Se ha recuperado realmente el pez espada del Atlántico Norte? La respuesta es absolutamente sí». Esta población está totalmente reconstruida y los consumidores pueden estar seguros de que cuando compran el pez espada del Atlántico Norte capturado por buques estadounidenses, están apoyando una de las pesquerías de palangre pelágico más responsables del mundo.