Entrevista exclusiva de Pedro Díaz
Presidente y Editor de Sol y Mar Magazine

Lexis Varona, Presidente de 247 SEAFOOD DISTRIBUTOR Corp. es uno de los empresarios más exitosos de Miami y un vivo ejemplo para las nuevas generaciones de inmigrantes que deseen residir en Estados Unidos de América.

Lexis Varona salió de Cuba en una balsa en 1994, cuando se produjo el éxodo masivo de los balseros y estuvo en un centro de detención en las Bahamas hasta que pudo venir a Estados Unidos de América en 1995, año en que obtuvo su residencia  a través de sus padres que ganaron el sorteo en la lotería de visas.

¿Cómo fueron tus comienzos y tu vida laboral en Miami?

«Empecé trabajando en factorías y después en un Winn-Dixie y ahí fue donde empezó mi relación con el pescado y el marisco. Más tarde, en 1997, decidí empezar a vender pescados por mi cuenta a casas particulares y me fue bastante bien en aquel momento. De las ganancias obtenidas me compré un apartamento que fue la primera adquisición que tuve, y entonces pedí una línea de crédito al banco por el apartamento y comencé a comprar casas y trabajar en real estate. Posteriormente, fui a estudiar a la escuela de chef Le Cordon Bleu.

Más tarde estuve trabajando en un restaurante en Miami Beach y luego decidí cocinar cantinas en el patio de mi casa haciendo comida gourmet para repartirlas a casas particulares. Eventualmente, el tema del pescado siempre me llamaba la atención y en uno de los mercados donde yo iba a comprar pescados para preparar mis cantinas me ofrecieron trabajar en la pescadería, trabajo que yo acepté de inmediato. En ese lugar estuve dos años entrenando a todos los managers de todas las pescaderías, hasta que decidí por la experiencia que ya había adquirido, comenzar a cortar pescado en el patio de mi casa y así terminé vendiéndole pescado a todos esos mercados que tienen grandes tiendas en todos los Estados Unidos y me siento orgulloso que todavía les continuó vendiendo a ellos.

De esa manera el negocio fue creciendo poquito a poco en un edificio que compartía con otra persona, hasta que hace un año pude comprar este local bastante grande. Ahora vamos muy bien. Hay que seguir trabajando con el mismo ímpetu que el primer día. Yo trabajo la semana entera. En este momento tengo como clientes unas 60 compañías grandes que son distribuidoras importantes que hay en todos los Estados. También vendo mucho pescado para hoteles y resorts, así como vendo pescado a las islas y diferentes países del Caribe. También traigo pescado de criaderos, pero orgánico, al que no le aplican antibióticos, ni insecticidas.

«Estoy trayendo pescado de Escocia, de Europa, de España y de Turquía, mientras que del Caribe traigo el pargo, el pez espada; y de Panamá, Guatemala, Ecuador, Costa Rica otras especies variadas.

«Mi lema es seguir trabajando con perseverancia para dejarle un mejor futuro a mis hijas, lo que no tuve yo en Cuba. Afortunadamente hace 21 años que estoy casado. Mantenemos y creemos en la unión familiar y en el amor y la unidad. El futuro lo hace uno. El límite es el cielo.

«Me siento realizado en la vida por haber comenzado desde cero. Me ha ido bastante bien y espero crecer aún más. Todos los días hay que salir a la calle con buen optimismo y trabajar con perseverancia para lograr los objetivos que uno quiere en la vida.»