By Dr. Martin Aróstegui

I met Patrick the Gold Walker during a fishing trip to Golfito, Costa Rica. Patrick has dedicated a good portion of his life to trading in gold figurines that were created hundreds of years ago by the Amerindians of the Osa Peninsula. Patrick allowed me to photograph many of the figurines that he collected over the years.

The Amerindians of this region learned to work with the gold that was abundant at that time. They created figurines resembling wild animals and creatures wearing animal masks. These gold pieces were used as trading objects and symbols of power, prestige and rank within the Amerindian communities of the Osa Peninsula. They were also utilized in rituals by healers and priests.

Some gold figurines passed from generation to generation, others were buried with their owners only to be stolen later by grave robbers. Today these pieces have great archeological value to Costa Rica and it is prohibited to take them out of the country.

In 1950 the Central Bank of Costa Rica initiated a program to recover many gold figurines of archeological value to the country. These wonderful pieces of Amerindian Art can be seen in the Museum of Pre-Columbian Gold of Costa Rica.

El Oro De La Península Osa

Por el Dr. Martín Aróstegui

Director de Viejas y Exploraciones de Sol y Mar Magazine

Durante una aventura pesquera en Golfito Costa Rica, tuve la oportunidad de conocer a Patricio, quien ha dedicado su vida a coleccionar objetos de oro creados por los Amerindios de esta zona, y pude fotografiar numerosas piezas de oro puro que fueron manufacturadas cientos de años atrás por amerindios de la península Osa, probablemente antes de que Colón descubriera a América. Los indígenas de esta zona aprendieron  a trabajar con el oro que se encontraba en los ríos de la península Osa. Ellos crearon figuras de animales silvestres y criaturas con mascaras de animales. Estas piezas se utilizaban como bienes de intercambio y símbolos de poder, prestigio y rango. Muchas fueron utilizadas por los curanderos y chamanes de la región. Algunas de estas piezas de oro pasaron de generación a generación, otras fueron enterradas con sus dueños y después desenterradas por ladrones. Hoy estas piezas tienen un gran valor arqueológico para Costa Rica y está prohibido sacarlas del país. En el año 1950 el Banco Central de Costa Rica inició la recolección de objetos arqueológicos de oro con el fin de conservar el patrimonio cultural costarricense. Estas piezas se pueden ver en el Museo de Oro Precolombino de Costa Rica.