El descubridor de la Florida Juan Ponce de León (1460) perteneció a una antigua y noble familia de España. Algunos autores aseveran que acompañó a Colón en su segundo viaje a La Española, hoy Santo domingo. El 13 de febrero de 1502 parte Ponce de León desde Sevilla con el recién nombrado gobernador de la Española Nicolás de Ovando, a quien ayuda en la sumisión general de la isla y obtiene posteriormente el titulo de Adelantado de Borinquén (Puerto Rico), cuya conquista lleva a efecto entre 1508 y 1509.

Juan Ponce de León oye decir a los indígenas que en una isla conocida por el nombre de Bimini, existía una fuente milagrosa cuyas aguas devolvían la juventud. Y, al notar que su vejez se acercaba, quiso experimentar los efectos del prodigioso manantial. Con tal propósito equipa en San Juan de Puerto Rico dos navíos y emprende viaje, el 3 de marzo de 1512, hacia el Archipiélago de las Lucayas. Al descubrir esta península le da el nombre de Florida por su encantador aspecto y porque desembarcó el día de la Pascua Florida. Luego Ponce se dirige hacia el sudeste por la costa oriental de la península, pasa el Estrecho de las Bahamas y navega entre numerosas islas, sufriendo continuos desengaños al probar, sin resultado rejuvenecedor alguno, las aguas de todos los manantiales que iba encontrando en su camino.

El 19 de agosto se detiene en Guanima. Una semana después su galeón es arrojado a la costa de Guatao y el mal tiempo le obliga a estar allí hasta el 23 de septiembre. Ponce de León le confía entonces a Juan Perez de Ortubia y al piloto Antonio de Alaminos el encargo de seguir buscando el “milagroso manantial” y la isla de Bimini, mientras él regresa a Puerto Rico, donde al llegar el 5 de octubre, es objeto de las burlas de los que le veían llegar enfermo y mucho más viejo que a su partida. Convencido Ponce, sin embargo, de la importancia del descubrimiento de la Florida, viaja a España y logra que Fernando V le de el titulo de Adelantado para la conquista de la península. En 1515 dirige Ponce una expedición contra los caribes del sur de Puerto Rico y continúa en la isla hasta 1521, en que con dos buques, 200 hombres, 50 caballos y otros animales domésticos parte de nuevo hacia la Florida.

Al desembarcar en la Florida es atacado por los indios timacuanos y resulta gravemente herido por una flecha, por lo que lo embarcan hacia Cuba, donde en definitiva muere. Don Juan Ponce de León, en su incesante peregrinar en busca de la eterna juventud, encontró en cambio el eterno descanso, cuando quizás más lo necesitaba.